Las Cataratas del Iguazú se ubican dentro del Parque Nacional Iguazú , el parque fue declarado por la Unesco en el año 1.984 como patrimonio mundial de la humanidad. Las Cataratas del Iguazú son un conjunto de 275 cascadas inmersas en un entorno natural único, la selva misionera.
Conoce todos los circuitos y actividades que el parque de las Cataratas del Iguazú (del lado argentino) tiene para ofrecerte.
A continuación, te indicamos los circuitos y paseos que vas a poder realizar abonando la entrada al Parque Nacional Iguazú:
Las entradas al Parque Nacional Iguazú se pueden comprar con anticipación, seleccionando el día y horario de ingreso al mismo o también al arribar al parque. Las entradas al parque se adquieren directamente a Parques Nacionales de Argentina: Sitio oficial Parques Nacionales.
Dentro del parque además de las actividades y paseos que podes realizar al comprar la entrada, vas a poder contratar actividades opcionales como las que ofrece la Gran Aventura o el Paseo Ecológico .
Más información del Parque Nacional Iguazú y los circuitos y paseos que vas a poder realizar al compra la entrada.
El Parque Nacional Iguazú, ubicado en la provincia de Misiones, Argentina, es una joya natural de renombre mundial. Fundado en 1934, este parque tiene una extensión de más de 67,000 hectáreas y alberga una de las maravillas más impresionantes del planeta: las Cataratas del Iguazú. Su belleza, biodiversidad e importancia histórica lo han convertido en un destino imprescindible para millones de visitantes cada año, siendo el parque nacional argentino con mayor número de visitas.
El Parque Nacional Iguazú fue creado el 9 de octubre de 1934, con el objetivo de proteger uno de los ecosistemas más ricos del país: la selva misionera. Este espacio natural no solo preserva las espectaculares cataratas, sino también un ecosistema de vital importancia para la región, con una enorme variedad de flora y fauna.
En 1984, la UNESCO reconoció la importancia de este lugar al declararlo Patrimonio Mundial de la Humanidad, gracias a su valor natural, cultural y su biodiversidad única. Años más tarde, en 2011, las Cataratas del Iguazú fueron elegidas como una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo en un concurso global organizado por la fundación New7Wonders. Este reconocimiento internacional no solo destacó su majestuosidad, sino que también impulsó el turismo en la región, generando un notable incremento en el número de visitantes al parque.
El título de las Cataratas como una de las Siete Maravillas Naturales trajo consigo un crecimiento exponencial en la cantidad de turistas. Según datos oficiales, las visitas al parque aumentaron significativamente, consolidando a Iguazú como uno de los destinos más populares de Sudamérica. Este auge turístico ha beneficiado la economía local, pero también ha planteado desafíos en cuanto a la conservación del entorno natural, destacando la necesidad de promover un turismo sostenible.
El Parque Nacional Iguazú alberga una fauna rica y diversa gracias a su ubicación en la selva misionera, un ecosistema subtropical lleno de vida. Con más de 80 especies de mamíferos, numerosos reptiles, anfibios e insectos, el parque es un refugio para animales que desempeñan roles vitales en el equilibrio ecológico. Muchos de ellos son emblemáticos, y algunos están en peligro de extinción, lo que resalta la importancia de su conservación.
El mayor felino de América y símbolo de la selva misionera. Aunque es difícil de avistar por su carácter esquivo, su presencia es fundamental para mantener la salud del ecosistema.
Un mamífero muy visible en las áreas turísticas del parque. Se caracteriza por su curiosidad y comportamiento gregario, aunque se recomienda no alimentarlos para evitar problemas de salud.
Conocido por su potente vocalización, este primate es común en los árboles altos y aporta un sonido característico a la selva.
El mamífero terrestre más grande de Sudamérica. Aunque su naturaleza tímida lo hace difícil de ver, juega un papel crucial al dispersar semillas por el bosque.
Reptil que habita en zonas de agua dulce del parque, como arroyos y lagunas. Es un depredador importante en los cuerpos de agua del ecosistema.
Mamíferos parecidos a los jabalíes que recorren la selva en pequeños grupos.
Un felino más pequeño y de hábitos nocturnos, menos frecuente de observar.
Aunque son insectos, su diversidad y colores aportan un atractivo visual único en el parque.
La fauna del Parque Nacional Iguazú es un reflejo de la riqueza y fragilidad de la selva misionera. Su conservación es esencial para mantener el equilibrio de este ecosistema, especialmente frente a amenazas como la caza furtiva y la deforestación.
El Parque Nacional Iguazú es un paraíso para los amantes de las aves, ya que alberga más de 400 especies que habitan en su exuberante selva misionera. Este entorno subtropical es ideal para la observación de aves debido a su riqueza en biodiversidad y su densa vegetación. Las aves no solo son parte fundamental del ecosistema, sino que también aportan un componente visual y sonoro único al paisaje del parque.
Caracterizado por su llamativo pico naranja con negro, es un emblema de la región. Se lo puede avistar posado en árboles altos o volando entre la vegetación.
Esta ave de colores brillantes, con pecho rojo y espalda verde iridiscente, es muy buscada por los observadores debido a su belleza y carácter tranquilo.
Una de las aves rapaces más imponentes de la selva. Aunque es difícil de avistar debido a su escasez, es símbolo de la fuerza y biodiversidad del parque.
Este loro de gran tamaño y plumaje colorido es más visible en zonas abiertas de la selva y a menudo se escucha antes de verlo, debido a sus vocalizaciones características.
Una pequeña pero vibrante especie que frecuenta las flores de la selva. Su rápido vuelo y colores iridiscentes lo convierten en un espectáculo en movimiento.
Explorar el Parque Nacional Iguazú no solo es un deleite visual por sus paisajes, sino también una oportunidad para apreciar la rica vida aviar que habita este ecosistema único.
El Parque Nacional Iguazú no solo se destaca por su increíble fauna, sino también por su rica y diversa flora, que constituye la base del ecosistema de la selva misionera. En este entorno subtropical, más de 2000 especies de plantas forman un paisaje exuberante que rodea a las cataratas y brinda hogar a innumerables animales.
La selva del Parque Nacional Iguazú es un ecosistema subtropical rico y diverso, considerado uno de los pulmones verdes de Sudamérica.
Un árbol imponente y emblemático de la selva misionera. Puede alcanzar hasta 40 metros de altura y es una especie en peligro de extinción debido a la tala indiscriminada en el pasado. Es clave para el equilibrio del ecosistema y considerado un símbolo de conservación en la región.
Conocido por su floración espectacular, que varía entre rosa y amarillo, dependiendo de la especie. Este árbol es especialmente visible en ciertas épocas del año y aporta un toque de color único al paisaje del parque./p>
Planta autóctona de gran importancia cultural y económica en Argentina. Sus hojas se utilizan para preparar la tradicional infusión del mate, y su presencia en el parque resalta la conexión entre la naturaleza y la vida cotidiana de la región.
Una especie de palma de crecimiento lento, conocida por su tronco delgado y elegante. Aunque se ha explotado para obtener su corazón comestible, es esencial en el ecosistema por ser alimento de varias especies animales.
Este grupo de plantas epífitas destaca por su diversidad y belleza. Se pueden encontrar en una gran variedad de formas y colores, generalmente adheridas a los árboles, añadiendo un toque de delicadeza a la exuberante selva.
Además, la vegetación del parque incluye lianas, orquídeas y helechos gigantes, que crean un entorno exuberante y único alrededor de las cataratas. Este denso bosque no solo es hermoso, sino que también es vital para el equilibrio ambiental, ya que regula el clima y sirve como hábitat para innumerables especies.
La flora del parque no solo embellece el paisaje, sino que también:
Proporciona alimento y refugio a innumerables especies de animales.
Absorbe carbono y libera oxígeno, contribuyendo a mitigar el cambio climático.
Evita la erosión y conserva la calidad del agua en la región.
Estas especies, junto con muchas otras, hacen del Parque Nacional Iguazú un ecosistema único que merece ser protegido para garantizar su existencia en las generaciones futuras.
La creciente afluencia de turistas hace imprescindible fomentar prácticas responsables en el parque. Los visitantes deben respetar los senderos señalizados y evitar dejar residuos. Además, las rutas de acceso al parque atraviesan áreas críticas para la fauna; es común encontrar señales que indican reducir la velocidad para proteger a los animales que cruzan, como el yaguareté o los armadillos.
Es fundamental que el turismo esté acompañado de educación ambiental, para que las futuras generaciones puedan disfrutar de este tesoro natural en su estado más puro.
Visitar el Parque Nacional Iguazú es adentrarse en un mundo donde la naturaleza se muestra en todo su esplendor. Desde el rugir de las cataratas hasta el canto de los pájaros y la inmensidad de la selva, cada rincón del parque es una invitación a maravillarse y reflexionar sobre la importancia de conservar nuestro planeta.
Este parque, orgullo argentino, no solo es un destino turístico de primer nivel, sino también un recordatorio de la belleza y fragilidad de la naturaleza. Un viaje a Iguazú no solo enriquece el alma, sino que también inspira un compromiso con la preservación del medio ambiente.
Paseos para hacer en el Parque Nacional Iguazú.
Galeria de imágenes del Parque Nacional Iguazú.
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